La propuesta de la cátedra en su quinto año se centra en el desarrollo de los valores de la profesión desde una gestión integral de diseño. Se estimula la capacidad crítica, situada territorialmente y en relación con actores reales del medio que propician posicionamientos para el aprendizaje y la práctica en torno a la detección de nuevos lugares de desarrollo tecno-productivo. Su fin es tender puentes entre la práctica proyectual del taller en la universidad con la práctica reflexiva situada en contextos reales.