El proyecto de ley de reforma laboral aprobado recientemente por la Cámara de Diputados de la Nación será una herramienta sustancial -no la única, por cierto- para la modernización del sistema de relaciones laborales argentino, y se basa en tres pilares sustanciales: el estímulo al empleo estable, la promoción de la negociación colectiva y la formalización del empleo.