La inseminación artificial (IA) es una biotecnología reproductiva en la cual, mediante un instrumental específico, se introduce una dosis de semen en el sistema genital de la hembra de manera artificial, sin contacto directo entre el macho donante y la hembra receptora.
El proceso de IA tiene el objetivo de mejorar la productividad del hato o majada a través de la mejora genética. De esta manera es posible la utilización de material genético superior a partir de machos, presentes o no, en el establecimiento. Además, la implementación de la IA tiene ventajas como la de prevenir el ingreso de enfermedades de transmisión sexual, permitir el uso de machos que no son del establecimiento, disminuir los costos de inversión en genética, incrementar la presión de selección y disminuir el número de reproductores machos en el hato o majada, utilizar machos incapacitados temporalmente, mantenimiento de registros seguros (paternidad), evitar interacciones sociales, como la dominancia entre los machos o de preferencia sexual macho-hembra que pueda presentarse en determinados casos y su empleo en otras biotecnologías reproductivas (ej: transferencia de embriones). Sin embargo, a pesar de que es una técnica con grandes ventajas en su aplicación, presenta algunas desventajas que deben ser tenidas en cuenta al momento de su implementación. El costo de la técnica y la necesidad de personal entrenado son los dos factores más importantes que influyen en la decisión al momento de plantear la utilización de la IA.