La mirada sobre la práctica docente en Lengua y Literatura como disciplina escolar nos convoca en torno de una pregunta: ¿cómo enseñar gramática? Partimos de un problema de enseñanza que ha sido descripto anteriormente por numerosos gramáticos y didactas de Lengua y Literatura de Argentina (Di Tullio, 2014; Giammatteo y Albano, 2012; Otañi y Gaspar, 2001; Riestra, 2008; Bravo, 2012; Tapia y Riestra, 2014; Natale, 2018; Cuesta, 2019, Giménez, 2022): el sistema escolar, en las últimas décadas, se ha centrado en prácticas de lectura y escritura y en las habilidades requeridas para leer y escribir textos, pero no han podido instalarse articulaciones programáticas de estos textos con las combinaciones de las unidades lingüísticas que los conforman. En este sentido, en los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) para el Ciclo Básico de la escuela secundaria, que datan de 2011 y que constituyen un documento de alcance nacional para la República Argentina, acordado por el Consejo Federal de Educación, con el objetivo de lograr la equidad educativa, se pretende establecer esta articulación entre textos y las unidades infraordenadas que los componen.