El presente trabajo se propone situar y reconstruir, con algunas pistas en clave evaluativa, el régimen de implementación del programa Hacemos Futuro Juntas del Instituto Nacional de Mujeres del actual Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, durante el período de marzo a septiembre del 2019 en el territorio nacional. El mismo estaba destinado a mujeres cis y trans en situación de violencia de género.
La investigación se posiciona desde la búsqueda de una transversalización de la perspectiva de género en las políticas públicas. La potencia de la transversalidad radica en la posibilidad de realizar una lectura integral, una mirada contextual, social e histórica de las desigualdades de género. Implica un cambio en el funcionamiento de la estructura organizacional del Estado, que se institucionaliza y materializa en sus políticas; y a su vez, habilita un proceso continuo en materia de producción, promoción y formación constante para la desnaturalización y reconocimiento de las desigualdades de género como problema público.
La propuesta metodológica del TIF es analizar el programa desde los aportes de la Gestión Estratégica Planificada (en adelante, GEP), en tanto perspectiva, herramienta y método de gestión propicio para el estudio de una política de género en una organización pública. Es desde ese enfoque que se vuelve vital planificar situacionalmente, identificar los actores en juego, sus intereses, subjetividades y las prácticas que llevan adelante en el marco de la política pública, realizando una mirada crítica sobre el proceso de formulación y gestión, en este caso, de una política de género.
A lo largo de su desarrollo, el estudio recupera el régimen de implementación del programa Hacemos Futuro Juntas en el territorio, dando cuenta de su formulación y diseño, y los facilitadores y obstáculos que se presentaron en el camino. El objetivo es poder reconstruir el recorrido crítico donde se plasma y materializa una política. Asimismo, recuperar como en ese proceso de desempeño laboral podemos realizar aportes valiosos para pensar la implementación diaria de las políticas, los y las destinatarios y destinatarias de las mismas y los procesos de intercambio en donde transitamos nuestros recorridos. Asimismo, recuperar el concepto potente de la transversalidad de las políticas de género porque ayuda a generar y alcanzar niveles integrales en el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas dentro de las organizaciones. El concepto pone en evidencia la necesidad de direccionar las políticas de género de manera transversal e integral, y es de suma importancia que estos saberes sean incorporados, debatidos, interpelados y desnaturalizados por los y las agentes del Estado, cuyas tareas están vinculadas con la ejecución, el diseño, implementación y/o la participación de políticas públicas, y en los propios espacios de formación. El trabajo, así, pretende constituirse como un insumo para los y las profesionales para analizar los programas en clave de complejidad.