Todo problema de investigación tiene un origen que puede surgir de lecturas, reflexiones personales, experiencias individuales o colectivas, observación de situaciones, etcétera. En la investigación científica, un problema de investigación se sostiene en la descripción de una situación a la que llamaremos origen y fundamento del problema. Se trata de formular unos indicadores de esa situación que van orientando la búsqueda. Estos indicadores pueden describirse en una enumeración de hechos que empiezan a relacionarse con otros sucesos que se desconocen y con incipientes conceptualizaciones que, articulados y organizados, podrían echar luz sobre el asunto.