La historia en general y la historia económica, en particular, se construye sobre la base de hechos, documentos y elementos que aportan, normalmente, información fraccionada y a veces dispersa sobre la realidad pesada. Sobre esos testimonios pretéritos se formulan usualmente conjeturas sobre los posibles hechos realmente ocurridos, compatibles con los mismos. Para ello se emplea básicamente la lógica y el conocimiento de realidades similares a las estudiadas. En materia cuantitativa, también es posible, a veces, formular las estadísticas más probables, en determinados aspectos sobre las mismas bases. Esto es particularmente posible en materia económica y de los principios contables. Este trabajo pretende efectuar esta demostración y aportar algunas condiciones necesarias para alcanzar resultados confiables.