Los diuréticos son fármacos que aumentan el flujo de orina y la tasa de excreción de sodio (natriuresis), acompañados del anión cloro. La mayoría de las aplicaciones clínicas de los diuréticos están dirigidas a reducir el volumen de líquido extracelular, al disminuir y contenido corporal total de NaCl. El efecto natriuretico que ocasionan tiende a limitarse, lo que se denomina efecto de frenado (“braking)”. La explicación a ese efecto se sustenta en la activación del sistema nervioso simpático, activación del eje renina-angiotensina-aldosterona, disminución de la presión arterial, hipertrofia de las células epiteliales renales, aumento de la expresión del transportador epitelial renal y alteraciones en hormonas natriuréticas (Brater C).
Están descriptas diferentes formas de clasificar a los diuréticos, en función de su mecanismo de acción, su lugar anatómico de acción dentro de la nefrona, la forma de provocar diuresis («diuresis de solutos» frente a «diuresis de agua»). La frecuentemente empleada utiliza una mezcla de composición química (p. ej., diurético tiazida), lugar de acción (p. ej., diuréticos de asa) o resultados clínicos (p. ej., diuréticos ahorradores de potasio) (Jackson E. K.).