Redes que sostienen: una experiencia en el ámbito educativo

Abstract

Desde la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagógica Social, dependendiente de la DGCyE de la Provincia de Buenos Aires, en el marco del programa: La construcción de una mirada de cuidado como intervención ante situaciones de padecimiento subjetivo de las y los estudiantes” (C.C 3/22 DPCyPS), se propone abordar el taller de salud mental “Redes que sostienen”. Esta experiencia se transmite desde el equipo de orientación escolar de una escuela secundaria, perteneciente a un distrito de la Región Educativa 17. El mismo fue convocado para trabajar en una propuesta educativa de jóvenes-adultos, a partir de la muerte de un estudiante por suicidio. Desde la modalidad de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social “se propone un abordaje especializado y fortalecedor de los vínculos que humanizan la enseñanza y el aprendizaje” (185/22 DPCyPS.), entendiendo al cuidado como una dimensión de la ciudadanía y responsabilidad del Estado, en tanto una concepción pedagógica que garantiza la única manera posible de enseñar y aprender en las escuelas. (CC 1/20, DPCyPS.). Los lineamientos recientemente mencionados, se traducen en una propuesta situada, en la búsqueda de acompañar a las y los estudiantes del Centro de Formación Profesional, quienes se encuentran atravesando un duelo, por la pérdida reciente, abrupta e inesperada de un compañero, por suicidio. La creación del dispositivo, que aquí se describe, permite agudizar la mirada y habilitar la escucha para mostrarnos disponibles a fin de acompañar en la tramitación colectiva. La metodología de trabajo consistió en la realización de dos encuentros, en la modalidad de taller, con los siguientes ejes disparadores ¿Qué lugar tienen las y los jóvenes- adultos de ser escuchados? ¿Qué hacemos con lo que nos pasa?, ¿Qué identifican ella/os como factores que protegen y factores que ponen en riesgo la salud mental? y aportes para la construcción de redes socio-afectivas y comunitarias que tienden a favorecer la salud mental. En la singularidad de este grupo, la fortaleza en el ámbito áulico facilitado por la docente, se convirtió en un lugar propicio para “hablar” de la “pérdida” y “registrarla desde la ternura”, que promovió un espacio de tramitación colectiva del duelo. A modo de cierre, esta experiencia permite hacer una reflexión, en torno a la escuela, en tanto en ella se inscribe la conflictividad social y también existe la posibilidad de trazar intervenciones que hacen de la escuela un lugar que aloja efectiva y afectivamente a los jóvenes-adultos.

From the Directorate of Community Psychology and Social Pedagogy, dependent on the DGCyE of the Province of Buenos Aires, within the framework of the program: The construction of a perspective of care as an intervention in situations of subjective suffering of the students” (C.C 3 /22 DPCyPS), it is proposed to address the mental health workshop “Networks that sustain”. This experience is transmitted from the school guidance team of a secondary school, belonging to a district of Educational Region 17. It was called to work on an educational proposal for young adults, based on the death of a student by suicide. . From the modality of Community Psychology and Social Pedagogy “a specialized and strengthening approach is proposed for the links that humanize teaching and learning” (185/22 DPCyPS.), understanding care as a dimension of citizenship and responsibility of the State, as a pedagogical conception that guarantees the only possible way of teaching and learning in schools. (CC 1/20, DPCyPS.). The recently mentioned guidelines translate into a situated proposal, seeking to accompany the students of the Vocational Training Center, who are going through grief, due to the recent, abrupt and unexpected loss of a colleague, due to suicide. The creation of the device, described here, allows us to sharpen our gaze and enable listening to show ourselves available to accompany the collective process. The work methodology consisted of holding two meetings, in the form of a workshop, with the following triggers: What place do young adults have in being heard? What do we do with what happens to us? What do they identify as factors that protect and factors that put mental health at risk? and contributions to the construction of socio-affective and community networks that tend to promote mental health. In the uniqueness of this group, the strength in the classroom environment facilitated by the teacher, became a favorable place to “talk” about the “loss” and “record it from tenderness”, which promoted a space for collective processing of grief. . As a closing, this experience allows us to reflect on the school, as social conflict is embedded in it and there is also the possibility of designing interventions that make the school a place that effectively and affectively accommodates young people -Adults.