Hace unos años, haciendo trabajo de campo en Avellaneda, me topé con un aspecto que no había considerado con antelación en la investigación: las políticas públicas deportivas de este municipio. Entre otras características, Avellaneda se destaca por su patrimonio deportivo. Y esto se debe no sólo a la convivencia de cinco clubes de fútbol que participan de distintas categorías de la AFA, sino también a la cantidad de clubes de barrio que se distribuyen en su territorio. Aquí expongo los lineamientos generales de dos programas municipales destinados al crecimiento y desarrollo del deporte, partiendo de las entrevistas que realicé en 2013 a funcionarios que estuvieron en el poder comunal entre 2011 y 2015.