Entre el Desierto y el Jardín se nos representa como un viaje en el que Fernando Williams, cual viajero decimonónico, provisto de una tremenda curiosidad y muñido en sus alforjas de las herramientas teóricas y los instrumentos metodológicos adecuados, se lanza a los caminos de nuestro pasado en busca de su objeto de estudio: las representaciones que se forjaron los colonos galeses en el marco del proceso de colonización del territorio patagónico. Si bien el libro fue catalogado como de “historia regional”, el marbete resulta un tanto mezquino, dado que el tema propuesto ha sido abordado desde distintas perspectivas, atendiendo a miradas y enfoques provenientes de disciplinas diversas, como la crítica literaria, los estudios culturales y del paisaje, la historia del arte y de la arquitectura, la teoría estética y las artes visuales, componiendo un enfoque realmente multidisciplinario.