La obra de Adrian Ascolani aborda un actor generalmente relegado de la historiografía, los trabajadores agrícolas que se dedican a las actividades de carácter transitorias. La estacionalidad del trabajo relacionada a los tiempos de las cosechas produjo un tipo de trabajador de alta movilidad y escasa especialización. Estos motivos hicieron que la historiografía enfocada tanto en la conflictividad agraria -con excepción de la obra colectiva compilada por Waldo Ansaldi que despertó más de una polémica en las revistas especializadas como aquella que se dedicó a la conformación de la clase obrera argentina, descuidasen a este actor agrario.