El autor señala cómo, actualmente, la tecnología se organiza en sistemas de carácter relacional, híbrido y reticular, que determinan un tipo de ambiente tecnológico donde los factores puramente instrumentales confluyen con factores socio-políticos, económicos, militares, científicos y naturales; todo ello alcanza una multiplicidad que desborda los binomios clásicos usuario-herramienta y problema-solución, y vuelve inadecuados los marcos conceptuales tradicionales que permitían pensar la técnica como un fenómeno unitario. En efecto, la tesis que atraviesa la obra es que la comprensión de la técnica como mero recurso adaptativo, como instrumento intrínsecamente neutro o como entidad autónoma respecto de los usuarios –los tres enfoques discutidos por el autor– son insuficientes para comprender la intersección de tecnología y cultura que pone en juego las redes sociotécnicas contemporáneas.