Preguntarnos por el valor de un libro parece, a primera vista, una cuestión muy subjetiva, con múltiples respuestas. Tema, autor, diseño editorial, crítica literaria: todas ellas buenas razones para elegir un texto de entre la variada oferta que, cada vez más, tiende al infinito. Pero cómo se articula la trama de producción autoral, editorial y comercial en relación con el soporte de la obra –ya sea material o inmaterial, electrónico o papel–; cómo se transforman los así llamados eslabones de la cadena editorial en relación con lo que se presenta como un nuevo modo de trasmisión de información bajo la forma de un libro electrónico que se exhibe, consulta, comercializa y distribuye en espacios no ya solamente físicos; y cómo se rearticula esta cadena, cuando uno de los actores que no surge del campo editorial –como es el caso de Google– sube las apuestas. Estas son algunas de las preguntas que guiaron el armado de este trabajo y que intentaré abordar en los próximos minutos.