La obra de Eduardo Mignogna (Bs. As., 1940 -Bs. As., 2006) viene acompañada con un sello garantizado de calidad y coherencia estética, tanto en lo que hace a su trabajo literario como cinematográfico. Ha sido frecuente en su carrera la escritura de ficciones narrativas (cuentos, nouvelles, novelas) y su correspondiente versión fílmica, cuyos guiones él mismo redactaba. Eso había ocurrido con su novela La fuga, ganadora del Premio Emecé 1998-1999 y del Premio Feria del Libro de Buenos Aires 2000, llevada al cine con una excelente repercusión por parte de la crítica especializada y del público.
En la presente novela, cuyas matrices textuales e intertextuales parecieran estar inspiradas en las novelas negras norteamericanas a lo Raymond Chandler o Dashiell Hammett (por supuesto inaugurada por Ernest Hemingway con la publicación de su célebre texto “Los asesinos”) y por el cine a que dieron lugar esas obras literarias, la trama narra en episodios los destinos de algunos personajes habitantes de la atribulada Argentina donde el hampa y las mafias se han apropiado tanto de aparatos económico financieros como electorales.