La autora analiza las propuestas y medidas promovidas por dos grupos de mujeres entre 1880 y 1955 que tenían como objetivo la protección de la infancia desvalida. Por un lado, las filántropas, provenientes de la clase alta, que se organizaban en asociaciones como por ejemplo, la Sociedad de Beneficencia. Por otro lado, las feministas, de clase media y alta que promovían la igualdad de derechos para ambos sexos y cuya educación y objetivos fueron distanciándolas de las primeras. La actuación de estas mujeres se enmarca en una sociedad profundamente patriarcal, donde las madres no poseían derechos sobre sus hijos.