Los Memoriales eran las órdenes y sugerencias específicas que los provinciales jesuitas elaboraban en sus visitas personales a cada Colegio, residencia o estancia, aproximadamente cada tres años. De lectura obligatoria para la comunidad, estaban dirigidos a abarcar todas las actividades que se llevaban a cabo, tanto espirituales como materiales. A diferencia de otras instrucciones ignacianas recopiladas anteriormente, no son una fuente documental que idealice la realidad. Realizadas sobre el mismo terreno donde se aplicaban, relejan las dificultades y problemas a los que los colegios de la Compañía debieron enfrentarse cotidianamente.