La década de 1970 indica, en la producción historiográfica sobre el Imperio Romano, la emergencia de un revisionismo que desembocó en una postura opuesta a la convencional. Por un lado, la versión tradicional sostiene que los siglos posteriores a la caída del Occidente Imperial Romano expresaron el colapso de una civilización. Y por otro, la publicación de The World of Late Antiquity (Brown, 1971) abrió en los estudios clásicos un nuevo período, la Antigüedad Tardía (siglos III-VIII) que narra la etapa sin “decadencias ni colapsos catastróficos”.