Nos interesa de este análisis ver cómo Feyerabend toma el invento de Brunelleschi como un sólido ejemplo de lo que llamará el modelo del escenario. En primer lugar, pone de relieve que el experimento de Brunelleschi no implicaba comparar un producto o artefacto humano (la pintura) con una realidad independiente (el baptisterio) sino que ponía en relación dos artefactos; por lo tanto sólo podría decirse que intentaba imitar la realidad si subrayamos que esa realidad no era una realidad dada, sino también ella misma fabricada. En segundo lugar, comparar dos artefactos implica superar la distinción objetivo/subjetivo, pues ninguno de los artefactos comparados era independiente de la experiencia e interferencia humana, al mismo tiempo que ambos existían materialmente en forma independiente al observador. Dadas estas dos notas, puede interpretarse, con Feyerabend, el experimento de Brunelleschi como la construcción de un escenario.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)