En el complejo mundo de las performances que alude a nuestra contemporaneidad surge una necesidad cada vez mayor de ver en lo efímero como salida, una serie de expresiones productoras de sentido, puestas de manifiesto en representaciones inexplicables e indecibles en el dominio estético. Performances que argumentan la relación entre objetos tangibles que Deleuze denomina "sin patria", en el exterior del ser "puros acontecimientos ideales" y que desde lo estético se expresan en el "extra ser" o perpetuum móbile Deleuze (1989) que articula los objetos y los seres indecibles e inexplicables transformados en la escena preformativa.
La intervención caracterizada por la irrupción y el movimiento; integra y constituye el acontecimiento; con lo cual el evento es único y contraversor; sus criaturas posen su propio dominio irrepetible y singular, se apartan de la actitud conservadora y tradicional para configurar junto al espectador lúdicas gradaciones que se perfilan en torno de una atracción en escena.