Con el objetivo de analizar algunas prácticas de su lugar de trabajo, un “tribunal de menores” de Mar del Plata entre el 2002 y 2008, la autora se remite a los orígenes de la institución y considera la tesis de Jacinto Calvo.
A partir de allí, resulta muy enriquecedora esa lectura en pos del “cambio de paradigma”, para comprender el surgimiento de las rutinas institucionales, sus fundamentos, la cosmovisión que las sustenta. Al mismo tiempo, Gulminelli se pregunta en qué medida siguen vigentes principios del positivismo criminológico en el sistema de responsabilidad penal juvenil.