Aquí los autores describen una experiencia que transcurre dentro del dispositivo de trabajo implementado por el proyecto PAMPARES. El punto de partida es la desaparición de material de trabajo (2 aros y 5 lápices) en un taller de circo al que concurren niños y niñas de un barrio periférico de la ciudad de Tandil. Tanto el dispositivo implementado por las coordinadoras del grupo como la producción de los niños, son analizados a la luz de los parámetros de la justicia horizontal. La discusión pone de manifiesto que si bien la experiencia cumple con todos los parámetros de la justicia horizontal descripta por Nils Christie (2004), no puede definirse como justicia restaurativa, al menos en su forma más común. Se la considera un ejemplo ilustrativo de cómo a través de la implementación de parámetros restaurativos puede deslegitimarse la concepción del delito y sus derivados estigmatizadores favoreciendo un proceso de implicación subjetiva en los infractores y miembros del grupo.