El motivo de la nota es hacer una serie de apreciaciones sobre estos cuatro arquitectos suizos desde el haber conocido el Cantón Ticino (su ámbito) y despertar el interés en los lectores de investigar estas expresiones arquitectónicas, dispares, pero que comparten un territorio con una identidad cultural propia, con una centenaria tradición de constructores, y con una también antigua, pero renovada costumbre de trascender sus propias fronteras.
Todos ellos de la tierra de Borromini, son responsables de la gran transformación que sufrió el paisaje urbano y rural del territorio de la Suiza Italiana en los últimos veinticinco años, y han sido criticados en su propio terruño, seguramente por la contundencia de la expresión de sus obras.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)