Las colecciones biológicas representan el patrimonio natural de un país o región. Los especímenes depositados en los museos de ciencias naturales y su información asociada, constituyen la base para el conocimiento de la diversidad biológica y posibilitan el avance de la investigación científica en diversas ramas, principalmente la Taxonomía, la Filogenia, la Ecología y la Biogeografía.
Frente a la denominada “crisis de la biodiversidad” y la acelerada extinción de especies, las colecciones biológicas han adquirido mayor relevancia, porque son una referencia fundamental para realizar inventarios de flora y fauna, sobre los cuales es posible adoptar decisiones sobre protección de ambientes naturales y manejo de recursos biológicos.
La colección de Entomología del Museo de La Plata es una de las más importantes del país, junto con la del Museo Argentino de Ciencias Naturales de la ciudad de Buenos Aires, y la del Instituto Miguel Lillo de Tucumán. Se organizó a instancias del prestigioso especialista alemán Carlos Bruch, tuvo un gran impulso bajo la dirección de los doctores Maximiliano Birabén y Belindo Torres, y continuó creciendo durante las gestiones de sus sucesores, los doctores Luis De Santis, Ricardo Ronderos, Juan Alberto Schnack y Norma Díaz. En la actualidad cuenta con alrededor de 2.000.000 de especímenes, coleccionados principalmente en la Argentina y otros países de América. Entre ellos hay más de 10.000 ejemplares tipo, de referencia para la identificación de especies.
De los 11 órdenes de insectos holometábolos (con metamorfosis completa), cuatro son los más diversos y reúnen el 99% de las especies: Coleóptera (-500.000 spp.), Díptera (-150.000 spp.), Hymenoptera (-150.000 spp.) y Lepidoptera (-160.000 spp.). El 70% del material depositado en la colección entomológica del Museo de La Plata pertenece a estos órdenes y solo una ínfima parte es accesible al público a través de la sala de exhibición.