La instrumentalización de la comunicación, “la ideología técnica” como la denomina el autor, ha ido ganando terreno en los últimos años. Bajo esta ideología se identifica a la sociedad del mañana con las tecnologías dominantes; la revolución tecnológica de la actualidad, protagonizada por las últimas tecnologías, traería una revolución cultural. “No hay nada más peligroso que ver en la presencia de tecnologías cada vez más productivas la condición del acercamiento entre los hombres”, sentencia Wolton.