El uso de las algas con fines estéticos y terapéuticos tiene su origen en tiempos muy antiguos. El auge de la utilización de “productos naturales” ha llevado a sobrevalorar las propiedades de los vegetales en general y de las algas en particular. Por tal razón, las mismas gozan de un elevado prestigio, incluso cuando las propiedades reales son en gran medida superadas por las popularmente atribuidas. De allí que surja la necesidad de abordar estudios interdisciplinarios y de naturaleza aplicada en lo referente a las algas de importancia económica.