Los puestos de las ferias tienen diferencias estructurales y morfológicas que generan un paisaje desordenado y desvinculado del entorno urbano. La propuesta pretende resolver esta heterogeneidad a partir de la resolución de una estructura que pueda sistematizarse a nivel productivo y adaptarse a las diferentes dimensiones y requerimientos funcionales de cada tipo de venta. Los puestos poseen una estructura única que se complementa con los componentes del sistema y que forma puestos para cada uso, manteniendo una imagen unificadora. La estructura se comporta como un exoesqueleto, siempre está a la vista y tiene un nivel alto de presencia; es la que le da solidez y resistencia al puesto.