En una conferencia del año 1917 titulada “ Psicoanálisis y Psiquiatría” pregunta Freud a su auditorio: “¿Habéis observado una contradicción entre ambos?” luego de haber hecho una exposición sobre un caso de neurosis obsesiva y de plantear las distintas formas de abordaje de la idea obsesiva para la psiquiatría y para el psicoanálisis. Contesta que no, que psicoanálisis y psiquiatría se complementan uno a otra, ya que la psiquiatría clínica prescinde del contenido de los síntomas, mientras que, en cambio, el psicoanálisis le dedica atención principal y ha sido el primero en establecer que todo síntoma posee un sentido y se halla estrechamente enlazado a la vida psíquica del enfermo. Continúa diciendo que es el psiquiatra y no la psiquiatría quien se opone al psicoanálisis, el cual es a aquélla lo que la histología es a la anatomía, ciencias estas de las cuales una estudia las formas exteriores de los órganos y la otra los tejidos y las células que los componen.
El psiquiatra toma en cuenta la exterioridad del síntoma y el analítico interroga sobre su sentido.