Como señaló Leichtman, el Rorschach no es fundamentalmente un test de percepción, es un test de representación, en el cual se le requiere al sujeto que represente su mundo interno, usando el estímulo de la lámina. De este modo, necesariamente se introduce un elemento de subjetividad en el test Los sujetos varían en el grado en el cual ellos reconocen su propia contribución subjetiva a la tarea de interpretar las láminas. Esta capacidad autorreflexiva está relacionada con aspectos importantes de la personalidad y el funcionamiento psicológico, y puede tener una significativa implicación pronostica.