La escritura en sistema constituida por las novelas La casa y el viento (1984) y El viejo soldado (2002) ya registraba antecedentes en la narrativa tizoniana. Nos referimos a la trilogía épica formada por las novelas Fuego en Casabindo (1969); El cantar del profeta y el bandido (1972) y Sota de bastos caballo de espadas (1975). En El viejo soldado, Raúl, un argentino exiliado con su familia en Madrid, luego de peregrinar por empleos que le disgustan, finalmente consigue el trabajo de redactor de las memorias de un viejo soldado franquista, don Luis Somoza y Alurralde. El personaje enfrenta así la peor pesadilla del escritor mercenario.