El trabajo infantil, una problemática social compleja, es toda actividad económica, remunerada o no, realizada por niños y por niñas por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o al trabajo, independientemente de su categoría ocupacional.
Existen factores que ayudan a producirlo, como el desempleo, los bajos salarios, la distribución inequitativa de la riqueza, el trabajo no registrado y la legitimación de prácticas tradicionales del trabajo infantil. En la actualidad hay, aproximadamente, dos mil niños entre cinco y diecisiete años en situación de trabajo.
Los niños y los adolescentes que realizan trabajos lo hacen en dos sectores distintos: el rural y el urbano.
Esto trae consecuencias en el ámbito de la salud (intoxicación, enfermedades, agresiones, debilitamiento) y en el área educativa (bajo rendimiento, repitencia, deserción escolar).