Llegó el momento del segundo número. Es sabido que comenzar es difícil, también que más difícil aún es la continuidad en el esfuerzo para este tipo de emprendimientos. A los apurones, sin demasiada posibilidad de corregir o repensar, aquí vamos. Y creo que hacemos bien, (o que no tenemos otra).
Qué nos gusta de todo esto: la buena disposición y el entusiasmo de los chicos por que se publiquen sus trabajos, el estímulo que supone (para ellos y para nosotros), la posibilidad de rever lo que hacemos, de tener un lugar desde donde asomarnos a las otras clases, de tomar ideas, de proponernos corregir lo que no va andando tan bien. ¿No presentamos genialidades? Claro que no. Es como ojear carpetas, como echar miraditas a clases, como hablarnos un poco entre nosotros, con los chicos, con el Liceo.
Una especie de celebración simple de la tarea cotidiana.
Prof. Graciela Blarduni