Referencias a teratologías en vertebrados se conocen desde hace muchos años. La mayoría de los casos corresponden a mamíferos, y la clasificación de Geofry-St. Hilaire (1836) es la más destacada. Cien años más tarde, Nakamura (1938) toma algunos de los elementos de la clasificación antes mencionada y los adapta a casos de bicefalia y duplicación de la columna vertebral en serpientes. Esta clasificación es posteriormente utilizada e incluso ampliada por otros autores (Belluomini, 1965; Belluomini et al., 1976-77; Lema, 1982).