La primera referencia sobre una tortuga fósil colectada en el ámbito del Valle de Punilla fue realizada por de la Fuente y Ledesma (1985), quienes hicieron mención del hallazgo de un quélido atribuido al género Platemys (Wagler) en sedimentitas de antigüedad Montehermosense (Plioceno temprano-medio), expuestas en el faldeo occidental de la Sierra Chica, en las proximidades de Villa Bustos, provincia de Córdoba.