El proceso iniciado en 2003 aumentó fuertemente la inclusión previsional dejando niveles muy elevados en términos históricos de cobertura previsional de la población adulta, en un marco de creación sostenida de empleo, sin deteriorar la sustentabilidad inter-temporal del sistema. En esta nueva coyuntura de avances en materia de reformas pro mercado, resulta necesario alertar sobre las consecuencias que estas pueden traer aparejadas en términos de derechos sociales y reparto de la riqueza, tomando en cuenta la experiencia de los años noventa.