Durante los últimos veinte años la agricultura sojera ocurrida en la Región Pampeana ha provocado cambios detectables en la abundancia y variedad de numerosas especies de plantas y animales fundamentalmente nativas. Para la conservación de estas especies es necesaria la preservación de paisajes dominados por pastizales naturales. Existen en la actualidad numerosos predios ganaderos con pastizal natural que sustenta la vida económica de pequeños productores familiares, ubicados en la proximidad de áreas urbanas del Gran Buenos Aires y la Capital Federal. Estos sitios son ambientes ricos en pastos nativos y su presencia contribuye a cuidar la vida silvestre. En este marco el objetivo de este artículo es mostrar algunas herramientas de manejo brindadas a pequeños productores que ayudan a la restauración de comunidades naturales fuertemente afectadas por el uso ganadero.