Desde hace varias décadas una maqueta de pulpo gigante se presenta suspendida del techo de la sala de exhibición permanente de zoología invertebrados, junto a ejemplares de esponjas, corales, moluscos, equinodermos, crustáceos, arácnidos y anélidos, entre otros. Luego de un proceso de restauración, la majestuosa presencia de este molusco marino, vuelve a deslumbrar en el centro de la sala que, según el registro fotográfico, está en el Museo desde la década de 1920.