En los círculos científicos actuales predomina la idea de que la anatomía es casi un anacronismo victoriano, salvo en el contexto de proveedora de caracteres para análisis filogenéticos. Esta estimación del rol de la anatomía como una actividad subordinada lleva implícita la idea de que no se trata más de una disciplina científica. Que probablemente lo haya sido, pero que no merece más ese status.