Hubo quienes comprendieron tempranamente que el periodismo tiene una responsabilidad sustancial en la construcción de las condiciones que hacen posible la reivindicación de la causa Malvinas. Ya en 1869, desde El Río de la Plata, Augusto Lasserre denunciaba la ocupación inglesa y la imperdonable indiferencia de los gobiernos argentinos, y José Hernández, director de este diario, subrayaba que tal injusticia envolvía un doble atentado: el arrebato de un derecho, pero también la amenaza de una nueva usurpación. Frente a los intelectuales autodenominados independientes que por estos días convalidan el despojo, escritos de una prensa nacional cuya contundencia la historia se encargó de validar.