Raphael Woolf se desempeña como docente e investigador del Departamento de Filosofía del King’s College de Londres, institución de la que recibió su título de doctor en 1997. Ha enseñado también en Liverpool, Harvard y Princeton. Se dedica a la filosofía antigua, especialmente a Aristóteles, Platón y la filosofía helenística, tal como puede apreciarse en su extenso listado de publicaciones. En esta oportunidad, ha dirigido su interés hacia Cicerón, con el objetivo de demostrar que no es un mero traductor de ideas filosóficas griegas, como muchas veces ha sido considerado, sino que constituye una voz individual y distintiva, caracterizada por una modalidad propia del escepticismo. El volumen está organizado en una introducción y cinco capítulos, en los que aborda distintas obras ciceronianas de acuerdo con su tema principal.