El interrogante que titula el libro compilado por Juan Piovani y Leticia Muñiz Terra coloca la cuestión de la reflexividad metodológica en un sitio que nos invita a repensar nuestras propias prácticas de producción de conocimiento a la luz de una tarea más vasta, de un cometido que resulta a la vez sustancial e interminable: ser reflexivas y reflexivos constituye un compromiso con el desenvolvimiento teórico-metodológico y empírico de las ciencias sociales. Representa también, para este volumen, una apuesta a fortalecer la construcción de espacios de deliberación crítica que entrecruzan las fronteras porosas de campos como la sociología, la antropología y la metodología de un modo fecundo y creativo. ¿Condenados a la reflexividad? sugiere, quizá, que la suerte del estado actual de las disciplinas sociales y humanas –o su estatus frente a otros discursos y lógicas de la vida social que también dicen, conocen y confrontan sobre sus objetos– en parte corre detrás de dicha pregunta.