El presente libro brinda información sin abrumar, actualiza e instala polémicas, rediseña problemas y al mismo tiempo se gana la empatía del lector por el tranquilo discurrir de su prosa. En esta dinámica radica también su ambición: el volumen se propone pensar imaginarios, representaciones y símbolos en el altiplano central de México, para lo cual segmenta y organiza cinco dimensiones que constituyen sus cinco capítulos: I. Mesoamérica, problemas a enfrentar; II: Las fuentes; III. Códices y esculturas; IV. Cosmovisión; V. Religión. No voy a detenerme en el contenido de cada capítulo, algo que el lector puede recuperar en sus páginas.
En cambio, trataré de delinear las dimensiones que, a mi juicio, atraviesan transversalmente todo el libro y que constituyen algunos de sus principales logros.