A partir de un cuestionamiento a la afirmación de Nicolás Cócaro (1960) respecto de los orígenes de la literatura fantástica argentina, el presente artículo se propone analizar en qué sentido el "Santos Vega" de Rafael Obligado sí puede ser vinculado con el surgimiento de lo fantástico en nuestro país. Para el desarrollo de este estudio se tendrán en cuenta las versiones de Bartolomé Mitre, Hilario Ascasubi, Ventura Lynch y Eduardo Guitérrez.