La Farmacia, en sus distintos aspectos, como arte, como ciencia, como profesión o como empresa nació y evolucionó acompañada de símbolos. En los primeros tiempos estrechamente vinculada a la Medicina, de la cual se separó posteriormente adquiriendo personalidad propia.
Pero el símbolo farmacéutico por excelencia es el que se representa con una copa por cuyo pie asciende enroscada una serpiente cuya cabeza permanece expectante, sobre su borde superior, en actitud de beber.