El trabajo busca trazar un estado de la cuestión acerca de la relación prensa-gobierno en Latinoamérica en los últimos quince años, otorgando especial atención a la experiencia argentina. La elección de este periodo se fundamenta en los cambios ostensibles ocurridos a partir de la irrupción de una oleada de gobiernos populistas o de “nueva izquierda” en la región, los cuales redefinieron – junto a los distintos grupos mediáticos hegemónicos – las reglas y dinámicas de ese vínculo conflictivo.
Desde comienzos de la década pasada surgieron desde los Estados varios intentos por reconfigurar la estructura de medios, los cuales introdujeron modificaciones en términos legales y sobre todo simbólicos. Los gobiernos promovieron el debate acerca del rol del periodismo poniendo en crisis ciertos imaginarios y hábitos sedimentados, buscando marchar hacia un nuevo paradigma comunicacional, para algunos en un intento por hacerlo más democrático y para otros como una búsqueda por acallar voces críticas. Esto supuso transformaciones en los lineamientos y practicas establecidos desde los años ochenta – que se agudizaron una década más tarde en el marco del consenso neoliberal –provocando desplazamientos radicales en las posiciones de los principales medios y en el vínculo entre estos y los dirigentes políticos.