Los cambios en la sociedad instalan en la universidad pública la exigencia de afrontar desafíos fundamentales para poner la Educación Superior a disposición de la comunidad.
Los desafíos de formación, calidad e integración, junto a otros como los de pertinencia, acceso y equidad hacen que la universidad pública deba adquirir un compromiso en su sentido más amplio, involucrándose con diversos aspectos de la sociedad, no sólo asistiendo, transfiriendo, previniendo, capacitando y comunicando, sino, y fundamentalmente, escuchando, aprendiendo y reflexionando sobre el contenido de los mensajes que la comunidad le envía.