Hace más de veinte años Jacques Le Goff reconocía las dificultades presentes en la historiografía para dar cuenta del lugar de la Iglesia en la sociedad medieval. Los estudios existentes -admitía- contemplaban los más diversos fenómenos, desde el análisis de los señoríos eclesiásticos hasta el estudio de la religiosidad o las herejías medievales. Sin embargo, estas contribuciones no lograban explicar sino aspectos parciales del problema global del rol de la institución eclesiástica en la estructura y evolución de las sociedades medievales (Le Goff, 1986: 13). Las propuestas oscilaron entre aquellas que maximizaban el lugar de la iglesia en la sociedad medieval (como la de Alain Guerreau, que Le Goff saludaba (Guerreau, 1986: 229 y ss.)) y las que lo eludían por completo (cf. Gerbet, 1997). El hecho de enfrentar una clase dominante dividida en sectores laicos y eclesiásticos parecía especialmente difícil de solucionar. También lo habían observado ciertos historiadores marxistas, que habían encontrado dificultades para conceptualizar a la nobleza medieval acudiendo sólo al concepto de clase (Kuchenbuch & Michael, 1986).
El escaso desarrollo conceptual sobre este tema motiva la presente colaboración que intenta tanto subrayar la importancia del mismo, como plantear una propuesta para su estudio. Buscaremos avanzar en la definición conceptual del clero medieval en torno a las nociones de clase y estamento, precisando esta última categoría a la luz de algunos conceptos de Pierre Bourdieu.