En el contexto de la inflación actual de traducciones de los clásicos grecolatinos (que conviene desear, desde luego, que dure mucho tiempo todavía), la colección Akal Clásica, dirigida por el profesor Manuel García Teijeiro, se caracteriza por cierta voluntad de llenar determinados huecos un poco singulares: las Constituciones griegas, los Comentarios platónicos de Proclo o los Textos de Maleficios, por poner ejemplos hasta cierto punto al azar, pueden valer como muestra de lo que quiero decir. No es éste, sin embargo, el caso de los Himnos homéricos, de los que no carecemos, precisamente, de traducciones en lengua española; las primeras que me vienen a la memoria son la clásica de L. Segalá y Estalella, reeditada tantas veces, y la de A. Bernabé Pajares en la BCG, mucho más reciente. La que aquí comentamos no carece, en absoluto, de rasgos distintivos: una voluntad didáctica clara y un marcado interés por la religión y la mitología griegas.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)