La política exterior del presidente Macri procuró redefinir y recalibrar las relaciones internacionales de la Argentina en forma altamente visible. Así, en comparación a otras áreas de gobierno, la acción exterior proporcionó varios momentos de satisfacción. El esfuerzo realizado y el ritmo al que se trabajó fueron encomiables, aunque los logros obtenidos hayan convivido, a veces, con fallas conceptuales y organizacionales que opacaron el impacto de los éxitos diplomáticos. Es en este contexto que mis reflexiones se expresarán en torno a cuatro temas.