El presente trabajo intenta explicar las razones por las cuales, con cierta frecuencia, se oye decir a adultos que han estudiado varios años de inglés que “no saben nada”, que no hablan inglés, o que lo que hace falta saber para usar el idioma en una situación real no es lo que se enseña en un curso. La experiencia de clase nos lleva a creer (y ésta es nuestra hipótesis) que lo que estos alumnos en realidad quieren decir es que los conocimientos que han adquirido no los ayudan a comunicarse efectivamente, o más precisamente que no saben cómo emplear esos conocimientos en una situación comunicativa real.